Hay una situación que poco me preocupa pero que a mucha gente si. El reconocimiento ajeno por motivos que casi nada tienen que ver con la inteligencia o la sensibilidad, como esas personas que manejan un auto importado no por el placer de hacerlo, si no por lo que provoca en las pupilas del resto (como Cañas).
Escucho una serie de frases que colmaron mi paciencia (cualidad que me sobra en el 90% de las circunstancias).
Situación N 1: un grupo de amigas preparándose para salir, se ríen, escuchan música:
Mujer que no debe pesar más de 50kg y mide 1.60: Estoy gorda!
Yo: hace dieta
Esta divina criatura de Dios se enoja por mi bestial sinceridad.
Opción 1: hacer dieta
Opción 2: seguir comiendo y no quejarse
Situación N 2: dos personas hablando:
Hombre que nunca se sintió a gusto con su realidad y por eso tiene dolores de cabeza constantes: No voy a estar tranquilo hasta que me sienta autorrealizado económicamente.
Yo: ¿Quien tiene esa seguridad?
Opción 1: hacer terapia
Opción 2: intentar ser feliz con lo que tiene (por la salud mental de los que lo rodean)
Es increíblemente curioso observar como es que ciertas personas, muy pocas en el mundo, son capaces de soportar la presión de su medio. Soportamos nuestra propia psicología sin aceptar ayuda ajena y resistiendo hasta final del día, hasta que nos pegamos un tiro.
Vivir no es fácil para nadie, ni para los satisfechos constantes.
También
Hace 1 semana