martes, 26 de agosto de 2008

En conclusión

Si alguien dice un comentario y rápidamente esconde la cabeza de bajo de la tierra no es para nada gratificante, es vergonzoso. Reconocer un error es simplemente divino. Arrepentirse no solo sirve para darse cuenta de que fuiste un tonto si no que también gana experiencia. Pasemos a otro tema. El ser humano necesita cada tanto despejarse, sentir que el amor no es lo único de lo que vive el hombre. Solo sirve para capitalizar experiencias y aprender de nuestras barrabasadas. Entonces, queremos ser expertos en gestos saludables, y solo queremos dejar de ser improvisados en una sola y brutal elección, como es en disfrutar y sentir que si caminas por la calle pensando absolutamente en nada es bueno.

Una no puede pasar toda la vida golpeándose el pecho y recitando, por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Ni siquiera estoy segura de que sepamos para que estamos en este maldito mundo. Apostaría a que esa respuesta no la tiene nadie, ni siquiera fue escrita en los libros, estamos acá, y somos por que si, y punto. Como diría Andres Calamaro, “los hombres no nacieron para ser prisioneros”, dejemos que nuestras almas se caigan de tranquilidad y que nuestras risas contagien al resto. El desierto de gente va a estar siempre presente.

Cuando el dolor te va dando calle la persona comienza a tener una sensación de libertad y un sentimiento gratificante te carcome el cuerpo para empezar a disfrutar de otras cosas. Hasta que encontras algo que jamás habías visto antes. Busca tu pistola y disparale a las miradas que habías olvidado. Busca ese cometario irritable, el que se había escondido hacia unos meses en el placard y tiralo a la basura. Busca lo que te hace feliz.

El día que me quede sentada en la vereda y vea mi vida pasar, con el criterio de que “las cosas pasan si tienen que pasar” va a ser el día más triste de mi vida. Por que las cosas pasan si las busco. Así es, me tomó tiempo, me sangraron las manos de tanto rascarme, me dolió la cabeza de tanto soñar, todo esto, para llegar a esta estupida conclusión. Y ahora puedo decir que las cosas pasan por algo, y después de eso nos espera algo mejor.

jueves, 21 de agosto de 2008

El silencio

Será por eso que no pienso lo que digo, que no me cuido, que mi silencio lo respeto y al que no le gusta ahí esta la puerta. Ninguno de nosotros puede esconderse lo suficiente para escaparse de si mismo.

Una vez que pasa el saludo se levanta el telón. Una vez que preguntaste por la madre, el padre y sus hermanos comienza el segundo acto. Una vez cite a alguien diciendo “no hables si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio”. El silencio, para algunos algo hermoso, para otros algo no tan recurrido.

Yo guardo las palabras en el cajón de los tesoros, seguramente a nadie le podrían parecer tesoros más que a mi. Ahí es donde se guardan las palabras más bonitas, las frases más tediosas y los silencios más cómodos. Tus palabras no se las lleva el viento. Por que el viento las dibuja como si fueran mariposas que se posan en un libro, o en una simple carta guardada también en ese cajón.

Una pregunta merece una respuesta, entonces no deja la libertad de una mirada o de una sonrisa, lo lindo es cuando existe la confianza suficiente para permitirse esa situación. La calidad del beso, en vez de una palabra deja mucho para pensar. A mi entender, el silencio compartido implica cariño, las palabras innecesarias implican rechazo y un abrazo en el silencio es la más preciada compañía.

Pasan los minutos y el silencio se aparenta con la timidez, con el miedo y en el peor de los casos con la hipocresía.

Si todas las palabras fueran pensadas o perfectas no se permitiría la censura, por que el silencio te permite refugiarte. En algunos casos se recurre al silencio para no herir innecesariamente, para no matar.

Una vez que me grites, que me digas lo que tanto te guardas, que saques a la luz lo oculto que se encuentra en tu mente, una vez que escupas tu desprecio o tu compasión, una vez que hayas liberado tus profundas intenciones, entonces quizás te sientas aliviado. El silencio es una carga, pero muchas veces las palabras también.

El silencio es capaz de sostener la mayor de las incertidumbres. Pero con dos palabras cambiarias el mundo, para que esa incertidumbre desaparezca y nuestra obra llegue a su fin.

domingo, 17 de agosto de 2008

Fue solo un sueño...

El otro día soñé con mi País perfecto, escribo MI país por que la perfección es pura y exclusivamente subjetiva. Era un país donde la gente se saludaba por la calle, los hombres eran caballeros y las mujeres no se fijaban en lo que tenías puesto. Los niños corrían libremente. El televisor era un electrodoméstico más y no el centro de una cena familiar. Las bocinas eran violines. Tus lágrimas eran del color que vos querías. El chocolate no engordaba. Las plazas estaban limpias. Donde no había hambre por que no había desocupación, y no había desocupación por que las opciones sobraban. Donde la justicia existía, y la libertad de expresión se cumplía como derecho. Donde la historia cambiaba y los cinco siglos igual desaparecerían por completo para empezar una nueva pagina. Donde la juventud tenía esperanza por progresar y su educación era una opción y no un privilegio. Donde la presidenta admitía que no estaba psicológicamente preparada para llevar un país adelante. Donde las jubilaciones tenían un correlativo proporcional al trabajo ejercido. Donde el hombre trabajaba para vivir y no vivía para trabajar. Donde Jim Morrison daba un recital una vez por mes en el planetario, y mientras lo escuchabas podías ver las estrellas. Donde los libros se regalaban y los escritores cobraban lo que les correspondía sin interferencia de las editoriales. Donde también regalaban discos y los músicos cobraban lo que les correspondía sin interferencias de las discográficas. Donde el hombre no se preocupaba por su futuro si no que se entretenía con el presente. Donde toda profesión se vivía como se vive el arte, por que todos teníamos la capacidad de disfrutar. Donde la mujer podía ser mujer delante de todos y el hombre podía ser hombre delante de todos. Y si te ibas a otro lugar no te comía la vergüenza, por que no reconocían a la Argentina por Maradona, si no por ser un país de la puta madre. Entonces ser Argentino era una satisfacción.

lunes, 11 de agosto de 2008

Hay cosas que se buscan, otras que no

El amor es un rehén del destino. Somos vos y yo, somos la ecuación perfecta, y el amor es nuestro capricho más reciente. El destino lo acompaña. Ese misterioso futuro inquietante, improbable, totalmente impredecible, incapaz de apresurar o de detener.

Entonces abrirse al destino es sentirse libre.

Quizás nos encargamos nosotros de que el destino funcione, y tal vez, solo tal vez, queda en nosotros cambiarlo. Entonces lo busco, te busco, y cuando te encuentre tus ojos me dirán si querrás un beso, ese beso, el que esquivó situaciones concretas y palabras incomodas. Entonces tus ojos me dirán lo correcto, como lo hicieron el último día que te vi.

Cuando comienza una novela, se dice que cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia...

Entonces la coincidencia existe, inconscientemente jugamos a ser los protagonistas de una historia que ya estaba escrita, por que cada vez que veo este video siento que somos nosotros reflejados en lo más precioso que tiene el ser humano, el pasado.




Nos conocimos con mirada nerviosa, nos buscamos a través de las puertas, reímos, jugamos, y supimos decir buena suerte y hasta luego.

martes, 5 de agosto de 2008

Caminando por la calle

Se habían conocido hacia tres días. Caminaban por la calle:

El: Mira ese tipo, lo ves usando ese gorro en Buenos Aires? Como me jode…

Ella: Eso lo hace mejor o peor persona?

El: no

Ella: entonces me es irrelevante

El: ...

Ella: se te perdió algo que miras tanto?

El: te puedo decir una cosa? No lo tomes para el chiflete…

Ella: si te ayuda a encontrar lo que se te perdió

El: me gusta tu manera de pensar, creo que te hace única

Ella: primero, mi manera de pensar se basa en las relaciones que tengo, en las personas con las que hablo, por lo tanto son cosas adquiridas, y en consecuencia no soy única

El: entonces yo también soy parte de eso?

Ella: de todos y de todo se aprende

El: segundo?

Ella: soy más pelotuda de lo que parece

El: entonces me voy a Buenos Aires, debe estar lleno de pelotudas como vos y me sentiría en el paraíso

Ella: si vas a capital de paseo esta bien, te llevo a conocer el obelisco, la costanera y el patio de mi facultad, que si te sentas en una esquina ves una escalera que te lleva al cielo… pero si vas para quedarte te pego tal patada que no vas a necesitar pasaje de vuelta a Tilcara

El: si vos lo decís

Ella: ...

El: ...

Ella: mejor hablemos de la gente que compra cosas que después no va a usar...

El: como ese tipo...